Hablar
de ti es un gran compromiso, generalmente hablamos de las personas en homenajes
póstumos, pero cómo hablar de una persona que aunque no esté en presencia
física sigue estando con nosotros a diario.
Un
gran reto, pues te hablaré cómo joven. Mi primer voto fue para tí, en un país
donde anteriormente se votaba por obligación y nuestros padres elegían, al
menos malo (esto era casi un castigo obligado) . En cambio cuando nosotros
votamos por primera vez fue una fiesta electoral, personas haciendo cola por
más de 8 horas, con risas y chistes, ya el voto no era una obligación, era una
decisión
Entonces
como no agradecerte a la persona que le regresó la confianza, el deseo, los
valores, la historia, la política, a mi país.
Los
que estamos hoy aquí nos hemos visto y conocido en la batalla, y no
precisamente con pistolas, metralleta y tanquetas, sino que nos hemos visto a
lo largo de estos años marchando, trabajando por el país que queremos dejarle a
ustedes, a esa generación que tú Comandante llamaste “Generación de Oro”, a
ustedes muchachos, cada uno desde nuestras trincheras.
A
Venezuela le robaron su historia, no crearon héroes invencibles pero poco
humanos, aquellos a los que no podíamos identificar como seres humanos, pero sí
juzgarlo, nos enseñaron que lo que valía era el Eurocentrismo o mejor aún, lo
que venía del norte. Nuestro país no producía, o sí lo hacía, solamente eran mujeres
hermosas y novelas, y que para parecernos a ellas debíamos operarnos y hacer
grandes dietas, para adaptarnos a patrones estructurados por alguna mente
maquiavélica y poco humana.
Nuestro
Presidente nos regaló de nuevo la historia, con héroes humanos, que tuvieron
errores, que sintieron miedo, amor (y que
mejor ejemplo que el amor entre manuelita y Bolívar, que originaron cartas
hermosas), nos enseñó el valor de la mujer en una sociedad machista como la
nuestra, nos puso en cargo de gerencia, nos creó un Ministerio, intendencias y
una Ley, que aunque hagamos broma con eso, es una victoria.
Fuiste
el mejor comunicador social, con permiso de mis colegas, pero que ejemplar fue,
repetía y repetía las cosas grabándolas poco a poco en nuestro sub-consiente,
poquito a poquito como gotas de lluvia, para que hoy sepamos nuestro lugar en
la historia.
¿y
cuál es nuestro lugar hoy en la historia, y cuál historia? LA historia que día
a día construimos por el país que queremos, aquel donde reine la igualdad, la
equidad y la justicia social, donde cada día nos preparemos más en lo político,
en lo económico, en lo social, en lo académico, para preservar Tú legado,
Chávez, y nuestro lugar simple, la lucha por ser cada día más parecidos a ti, a
ese desprendimiento por Venezuela, a ese amor por los niños, a dejar la casa y
el sillón como decía Silvio Rodríguez y luchar todos juntos por una mejor
Venezuela
A un
entendimiento pleno y genuino del concepto
de PATRIA, que jamás puede ser comparado con paquete de papel higiénico
o una botella de Salsa de tomate. Patria aquella que engloba nuestro ser, por
lo que luchamos, trabajamos a diario, la que le dejaremos a nuestros hijos, en
la que dejaremos nuestra vida si es necesaria por lograrla, la que no nos cansamos de explicar que su
concepto superó la etimología propia de la palabra, para convertirse en una
decisión y elección de vida.
Y es
que la Venezuela que nos dejaste, es diferente, que ya a los políticos no los
vemos como enemigos, sino como amigos, le colocamos calificativos como Tío
Maduro, Papi Chávez, nos tomamos fotos con ellos y decimos que son nuestros
novios, y aunque sea un juego, podemos denotar la primero la diferencia con
otros país de Sur América que esto no pasa, y nos ven con asombro, y segundo,
el grado de cercanía y de identificación con los compañeros y camaradas que hoy
están en cargos de dirigencia nacional, sintiéndolos igual que nosotros y hasta familia.
Vimos
a niños llorar por tu muerte, porque lo
sienten parte de ellos, y ese horrible 5 de marzo, nos congregamos todos a no
entender por qué te habías ido, nos abrazamos con cara de incredulidad,
esperando que alguien nos dijera que era mentira. Tampoco pudimos hacer el
duelo que correspondía, ya que había que defender tú legado, como nos ordenaste
y empezamos la campaña, sin poder creer que ya no estabas en las tarimas, y
cómo nos ofendía ver alguno de la oposición diciéndonos algo sobre ti o
llorando con lágrimas de cocodrilo, eso era comparado a un golpe en el
estómago, y ganamos por ti y para ti. Para que tengas bien presentes, que tu
generación de Oro, somos Leales y Fieles, dignos y firmes a tu recuerdo, porque
tú no te has muerto, tú sigues vivo en cada uno de nosotros.
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