La Educación Universitaria en Venezuela, ha
pasado por diversas luchas y etapas, buscando su propia definición e
introduciendo características propias de la región, contextualizadas en el
devenir histórico, social, político y cultural de su gentilicio.
Para
1.998 la población estudiantil no superaba los 500 mil estudiantes
universitarios, número que ha ido en crecimiento y en la actualidad pasa los
tres millones de jóvenes con acceso a la educación de tercer nivel y la
creación de más de 40 universidades especializadas ubicadas a lo largo del
territorio nacional.
Así mismo los esfuerzos en materia
educativa también contemplan acuerdos de cooperación de transferencia educativa
entre los países Alba y Mercosur, becas internacionales y nacionales a través
de Fundayacucho, acceso a las tecnologías libres (Ley de Infogobierno),
dotación de centros tecnológicos en las universidades y escuelas,
democratización de la ciencia y la tecnología (entrega de canaimas y tablet),
becas y ayudantías estudiantiles,
fortalecimiento a la investigación e innovación a través de la creación del
Programa Estimulo a la Investigación e Innovación (PEII), desarrollo de líneas
estratégicas para el desarrollo del país, financiamiento de proyectos
estratégicos con líneas orientadas a la necesidades productivas y sociales de
Venezuela.
Estos esfuerzos se ven atenuados
mediante la fuga de cerebro que está viviendo Venezuela, producto de la crisis
económica, pero que engloba una pérdida de recursos económicos que el estado
venezolano invirtió en cada uno de ellos tales como: educación gratuita
(primaria, secundaria y universitaria), salud, programas alimenticios, entre
otros, que de una u otra manera contribuyen a la formación integral de los
profesionales venezolanos.
Una debilidad existente es la
planificación estratégica a corto, mediano y largo plazo de las necesidades
productivas, investigativas, sociales y económicas, para incorporación de los
estudiantes universitarios a ellas desde el proceso educativo a través de
pasantías y prácticas, así como la detección temprana de cuáles son las áreas
con debilidades de talento humano para orientar a los bachilleres y estudiantes
en curso, a ellas y la eliminación de algunas carreras donde existe gran número
de egresados subutilizados, fortaleciendo la masificación de la educación sin
desmejora de la calidad educativa.
Otro aspecto importante a fortalecer es la
creación y desarrollo de revistas especializadas, así como la democratización
del acceso a ellas por parte de los investigadores, el seguimiento, control y
fiscalización de los recursos otorgados a los programas y proyectos financiados
por el Estado.
Para que esta sinergia funcione, las
universidades deben ser garantes y responsables del proceso, la
corresponsabilidad de la educación con las necesidades existentes del estado
venezolano, basándose en las fortalezas de los habitantes a través de la vinculación
directa entre los diversos sectores: universidad-comunidad, universidad-Estado,
universidad- empresas públicas y privadas- Estado, no sólo en papel, sino en la
praxis.
eloisacuriel@gmail.com/ @eloisacuriel
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