El
9 de marzo de 2015, Barack Obama, emitió una orden
presidencial donde informa que existe una amenaza inusual y extraordinaria a la
seguridad nacional y política exterior de Estados Unidos y esto se debe a la situación política de Venezuela.
Desde
ese momento el Gobierno Venezolano ha intentado por todos los medios demostrar
que Venezuela no es una amenaza. Los países suramericanos y árabes han
rechazado el Decreto por considerarlo absurdo e injerencista.
Sin embargo según la enciclopedia
Wikipedia considera que “amenazas
son un delito o
una falta, consistente en el anuncio de un mal futuro ilícito que
es posible, impuesto y determinado con la finalidad de causar inquietud o miedo en el
amenazado”. Este concepto acompañado de las palabras inusual y extraordinario a
la seguridad y política exterior, causa asombro, pues no se entiende como un
país como Venezuela puede causar tal sensación de desequilibrio y miedo a un a USA.
Luego de revisar con detenimiento la
historia política de la pequeña Venecia desde su creación como provincia hasta
su consolidación como nación, se entiende como un país de 50 estados y un
distrito federal con una población de 318,9 millones de habitantes según censo
de 2014, considera que una nación de 23
estados y un distrito federal con 30,41millones
de ciudadanos (2013) puedes ser una amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad nacional y política
exterior de Estados Unidos.
Venezuela país que encabeza la composición
geográfica de Suramérica, parió a Simón Bolívar, José Feliz Ribas, Sucre,
Zamora, Rodríguez y muchos otros héroes y heroínas que marcaron un antes y un
después en la historia mundial, que pese a que han pasado más de 200 años de
sus luchas siguen siendo recordados y estudiados por los diversos habitantes de
nuestro continente y otros, hay que destacar.
Por Venezuela comenzó el proceso de
independencia no sólo hace más de 200 años, sino que esa gesta heroica que inició
el Padre Bolívar fue vuelta a realizar por otro venezolano, esta vez no
proveniente de cuna de oro, sino que lo parió la tierra misma y sus
características físicas enmarcadas en el mestizaje que nos hace inigualables,
moreno (unión de blanco, indio y negro), pelo enrollado y labios gruesos
(negro); venezolano hasta los tuétanos.
Entonces al país más grande, le osa
levantar la voz un hijo de Bolívar que reivindica la historia, humaniza a las
estatuas de bronce de las plazas -con lo que había costado deshumanizarlas a
través de los procesos de aculturación y conculturación- da una esperanza a los jóvenes, a las mujeres
y se convierte en la punta de lanza del regreso de la izquierda a
Latinoamérica.
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