
Por
años se ha escuchado anunciar la desaparición física de los libros y
periódicos, quienes mutarían a pdf, aplicaciones, páginas web, blogs, entre otros
formatos, pareciéndose acercar cada vez más a las “crónicas de una muerte
anunciada”. Los diarios por su parte analizaron el mercado y migraron a los
diversos formatos para observar cual era el más beneficioso para ellos.
En
Venezuela a diferencia de otros países la aplicación más usada es el twitter y
sus 140 caracteres, puede estar pasando algo en frente, pero se busca primero
en esta red, antes de acercarse a la ventana. A nivel mundial el Facebook es
quien domina esta rama; sin embargo el posicionamiento de información es dado
por los blogs.
En
el último tiempo se ha incluido con gran rapidez una aplicación cuyo objetivo
principal es la publicación de fotos (instagram), la que se inició con la
finalidad de las personas publicaran sus actividades sociales.
Venezuela
igual que todos los otros países no puede estar aislada de esta realidad, en el
2002 el golpe de estado se enfrentó por los canales de televisión, quienes
hicieron un guion y lo escenificaron, tal cual como en la película: wag the
dogs o cortina de humo. En el 2017 la lucha se enfrenta a través de las redes
sociales y los selfie.
Con
la premisa de “no más dictadura, queremos libertad”, las manifestaciones de la
oposición venezolana, muy bien asesoradas por laboratorios psicológicos deciden
hacer una puesta en escena, no sólo recapitulando fotos que pudieron causar
tendencias como es el caso de: Tianamén 1989, Vietnan 1972, sino de películas
hollywoodense, tal es el caso de cuando Leopoldo López 2014, se entrega a la
justicia, él (la victima) vestido de blanco, sobre la estatua de Martí, los
espectadores suben a su esposa, Lilian Tintori (victima) igualmente vestida de
blanco, con una rosa roja en las manos, sellando esta despedida con un “beso de
amor eterno” tal cual final de película de amor. Y de esta manera trabajamos
con el imaginario y la psiquis del individuo.
En
el 2017 con la misma premisa, sólo que con más efectos provocados por años de
campañas psicológicas, se recrea la misma historia, pero en este caso se tiene
una gran cantidad de cámaras profesionales, periodistas internaciones,
aficionados de la comunicación y la fotografía, para captar los momentos, gritar dictadura y no
hay libertad de expresión por todos los medios internacionales, provocar
escenas de represión para ser captadas por los teléfonos, decir que están
siendo silenciados por medio de la represión y transmitir todo a través de las
redes sociales.
Lo
que causa mayor curiosidad, es que sí van a una manifestación donde van a ser
reprimidos, golpeados y sus vidas peligran, con la finalidad de buscar la
“libertad definitiva de su país”, por qué se arreglan como para ir a una
fiesta, pantalones bien pegados, el pelo secado, maquillaje de alto impacto,
ropa bien combinada, y por supuesto la foto antes de salir para postearla y
decir “vamos a la lucha”, posteriormente la foto durante la manifestación
diciendo, aquí estamos, y se necesita una foto donde veamos que peligren y eso
hay que buscarlo, y por ultimo no puede faltar un auto-video donde se diga nos
están agrediendo.
Después
de ver esta gran obra escenográfica surgen varias interrogantes, ¿Quién
sabiendo que supuestamente lo van a agredir se arregla tanto? ¿Qué persona en
medio de una situación de real peligro se ponen a grabar un auto-video, en vez
de estar buscando como ponerse a salvo?.
A
menos que la situación sea inventada, que nuestros actores necesiten realizar
estas actividades para buscar aceptación de una clase económica o producto de
una gran disociación.

1 comentario:
Buen artículo camarada.
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