Cambios en Sur América

Desde el siglo pasado estamos viviendo grandes procesos de cambio en América Latina y Europa, denominados “Revolución”: la Revolución Mexicana, la Revolución Cubana y la Revolución Rusa.

El mundo se esta enfrentando a diversas rupturas en sus lineamientos políticos, económicos, sociales, ideológicos, culturales y humanos.

Las revoluciones, no sólo son cambios sociales, gobiernos tomados por la fuerza; también obedecen a la profunda depresión y a un malestar del que somos victimas en ésta sociedad contemporánea todos los seres humanos.

Malestar que sólo lo sentimos y alardeamos de él, pero que no somos capaces de enfrentar y hacer nada para cambiar la decepción que estamos viviendo día a día.

En las sociedades modernas se evidencia levantamientos pasados contra gobiernos represivos, condiciones económicas restrictivas o estancadas, y rígidas divisiones de clases. Se ve claramente el resurgimiento del marxismo, originado en el siglo XVIII. Las ideologías pasadas han vuelto a vivir en la mente de muchos pensadores, ideólogos, soñadores. Cada una de las doctrinas ya contenidas en libros están volviendo ha surgir, tal es el caso: del marxismo, socialismo, comunismo, izquierdismo, entre otras que han renacido.

¿Qué trae esto cómo consecuencia?, la lucha por la igualdad social, no al capitalismo, a la teoría de la dependencia, al neoliberalismo.

En fin es simplemente un nuevo despertar, volver a las disputas por la independencia, pero ahora no se luchará contra España, ni Inglaterra, si no contra un gran imperio, que quiere que todos los latinoamericanos nos volvamos sus súbditos, que nos arrodillemos frente a una mujer con aires de grandeza y libertad.

Pero Suramérica, jamás va perder su orgullo, su libertad, su autonomía. Si bien es cierto que el dinero y el poder tienen aliados, que el que posee capital en muchos casos es dueño de ideologías. Analicemos muy superfluamente el caso venezolano, y el ecuatoriano.

Venezuela y Ecuador a luchar por su libertad:

Desde 1998 América Latina, y más aún Venezuela esta viviendo un renacer, un despertar de la historia. Se eligió a un presidente, que en el 2002, fue sustraído por la fuerza, por quienes estaban en contra de una revolución; ¿pero qué había detrás de ese golpe de estado o mejor dicho por un vacío de poder?, pensemos un momento, ¿para que halla un vacío de poder, no es necesario que el presidente renuncie, se muera o deje sus labores cómo presidente?, nada de eso ocurrió. Pero finalmente se recuperó la libertad.

Analizando de esta manera el caso venezolano, algunos tenemos una interrogante, ¿Quiénes estaban detrás de los autores del 11 de Abril?, ¿Carmona y Ortega actuaron solos o se encontraba oculta la mano de un yanqui?.

En el caso de Ecuador el ex –presidente, Lucio Gutiérrez, llegó al poder dándose a conocer a la luz pública cómo un izquierdista, pero pronto traicionó a su pueblo, y el soberano se canso de ésta burla, se molesto del ALCA, de la pobreza, de su supuesta autonomía ante los yanquis. A nadie le gusta ser utilizado, ni mucho menos que se favorezcan los intereses de otros frente a los suyos.

Una revolución no es lo mismo que un golpe de Estado.

Hay que distinguir entre revolución y revuelta o rebelión, que puede ser un intento revolucionario fallido, una expresión violenta de protestas que aspira a lograr un objetivo prefijado o tan sólo un cambio en el panorama político. El término revolución se aplica de forma más general a cualquier transformación histórica importante.

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El izquierdismo o las políticas de izquierda, están basada en el marxismo, tomando ideas del socialismo, comunismo y de la revolución francesa, de los capítulos que marcaron una antes y un después en la historia de mundo. El izquierdismo de ahora busca la igualdad social, no quiere la exclusión, ni el racismo.

Es doloroso, que en pleno siglo XXI, todavía exista el racismo, se trate al trabajador cómo un esclavo, la clase dominante quiera oprimir al proletariado. Pero esta es la realidad que existe y de la que somos víctimas todos los días, simplemente porque vivimos en una sociedad funcionalista; donde las elites hacen pactos que los favorezcan, y en donde se repite a diario el pacto de punto fijo.

Bolívar y Zamora, lucharon, y dieron sus vidas por nosotros, y sólo nos acordamos de ellos cuando hay un acto que es transmitido en cadena nacional, o si es un día libre los veneramos, el facilismo impera en Venezuela.

En Internet, toda la información al respecto del izquierdismo, en vez de dar un recuento históricos de los hechos, a lo que se dedican es a intentar desprestigiarlo, ¿si estos movimientos en su época causaron impacto, no habría que respetarlos?, ¿por qué el miedo al despertar de la historia, el volver a nuestras raíces, al luchar por una mejor patria?

En Venezuela, todos los partidos políticos actuales tuvieron sus bases ideológicas en alguna doctrina: izquierdismo, liberalismo, derecha, comunismo, conservadores, y todas tenían principios validos, por algo causaron sensación en sus inicios. ¿Por qué ahora intentamos olvidar lo que fuimos?, ¿por qué no luchamos juntos por un país?. Unamos todas las doctrinas y saquemos de ellas lo mejor, y hagamos realidad el sueño de Bolívar.

Batallas ideológicas.

En las batallas ideológicas actúan dos niveles. “Un primer nivel se ubica en el plano teórico-conceptual. Plano permanente y estratégico. El otro, es el operativo. Lo táctico y pragmático. Ambos niveles configuran la situación vigente que determina la profundización o no del Proceso. El avance y consolidación del "Salto Adelante" se alcanzará si damos la batalla y obtenemos la victoria en la lucha ideológica. El plano teórico conceptual se refiere a la estructuración de las ideas fundamentales de la búsqueda revolucionaria. Es, principalmente, la confrontación entre reforma (manutención de la estructura) o revolución (cambio de estructura). Lo que exige definiciones inequívocas” (Izarra William).

Si los gobernantes siguen creyendo que las doctrinas antes mencionadas cambiarán el mundo, que el poder y el dinero son la felicidad. ¿Donde están sus valores?, si quieren mandar, monten una panadería, si es dinero lo que buscan, roben un banco. Pero dejen y dejemos que los soñadores que quieran cambiar el mundo, y que quieren poner un granito de arena, que lo hagan.

Si nosotros no lo hacemos, y alguien quiere, dejémosles el camino abierto. No lo impidamos. Pero si queremos despertar, y luchar, no lo hagamos como salvajes, ejerzamos el voto. El cambio verdadero viene del corazón, y de las ideas, no de las armas, el poder o la ambición, pues estas son efímeras, causan miedo, pero nunca un apoyo verdadero.