A ti que mis palabras no te tocan

Ruego por escuchar tu voz diciendo mi nombre
Pido al cielo escuchar que algún día me digas que me quieras
Mendigo amor al rey de los cielos
Pienso en tus manos acariciando mi cuerpo desnudo.

Te veo con ella y suspiro
Clamo piedad a los dioses del olimpo
Afrodita, diosa del amor acobijame en tus alas

Tus manos se deslizan sobre su piel,
Tu voz la llama en la noche oscura
Tus ojos la miaran a ella como si no existiera nada más allá que sus ojos
Tu piel sólo quiere su cuerpo

Y yo mientras tanto sigo mirando a la luna
Pidiendo que algún día llegue mí turno de amar
Pidiendo un sueño o una palabra
Sintiendome sola con mis recuerdos

¿Y que si son verdad o son mentira?
¿Cuál es la fina línea que divide lo cierto de lo incierto?
Y a la final descubro que son vanos mis recuerdos
Que divagan por el tiempo en busca de un aliento
Y a lo lejos tú, y más allá de las montañas de las líneas que dividen el horizonte
Como un susurro en tu oído, como el viento calido del atardecer, mi amor intacto por si decides algún día volver.