La
formación política e ideológica por la que transcurrió la vida Simón Bolívar,
lo llevó a tener una visión anticolonialista que buscaba la unión de las
regiones de América en contra de las colonias y neocolonias, así como la
búsqueda incansable de la igualdad social, la abolición de la esclavitud, la
construcción de la libertad, como
bases de la República y la construcción
de un buen Gobierno.
En este discurso el Libertador renuncia a los
poderes absolutos que se le habían concedido como Dictador Jefe Supremo de la República, y solicita
a los Legisladores del Congreso de Venezuela, conducir con firmeza, lealtad el
destino de la nación, dibujando las ideas matrices de un nuevo sistema de
gobierno que produzca “mayor suma de
felicidad posible, mayor suma de seguridad social, y mayor suma de estabilidad
política” a la nación, basándose en la soberanía nacional.
Así mismo dejó claro el
rumbo de la Revolución de Independencia y abre el debate hacia la Ley Fundamental,
e insta a la construcción de la nueva Constitución. Ésta sentó las bases de lo que sería posteriormente la unión de
las repúblicas en la Gran Colombia.
A lo
largo del discurso se evidencia la postura de anticolonialismo, no sólo cuando
hace referencia a España, Estados Unidos y Roma, sino cuando expone y exige que
la postura y la libertad de Venezuela, no puede estar supeditada a los deseos
imperiales.
Bolívar
plantea “ … nuestra sumisión recurre la
España a su política insidiosa: no pudiendo vencernos, he querido emplear sus
artes suspicaces. Fernando se ha humillado hasta confesar que ha menester de la
protección extranjera para retornarnos a su ignominioso yugo ¡a un yugo que
todo poder es nulo para imponerlo!... “ una evidencia clara que los caminos
transitados por Venezuela, no podía retrocederlos y que era menester del
Congreso mantener la libertad conquistada.
Otro
extracto importante es cuando el Libertador plantea “Por el engaño se nos ha
dominado más que por la fuerza; y por el vicio se nos ha degradado más bien que
por la superstición. La esclavitud es la hija de las tinieblas; un pueblo
ignorante es un instrumento ciego de su propia destrucción”, freses que todavía
calan en el imaginario del venezolano por su relación con la actualidad.
Nuestro
Bolívar entienden las riquezas del sincretismo y del mestizaje de ser
americanos, de esa perfecta unión entre blancos, indios, negros y a su vez
destaca que la libertad conquistada se debe garantizar y exige a los
legisladores que cuiden los espacios conquistados.
En el mismo documento se
sostiene “La esclavitud rompió sus grillos, y Venezuela se ha visto rodeada de
nuevos hijos, de hijos agradecidos que han convertido los instrumentos de su
cautiverio en armas de libertad. Sí, los que antes eran esclavos ya son libres;
los que antes eran enemigos de una madrastra, ya son defensores de una patria”.
Estos deben ser protegido por la nación.
Bolívar plantea las bases
para lo que sería más adelante la nueva constitución, plantea las virtudes que
deben tener los legisladores, y quienes conducirán la vida de la nación.
También expone la nobleza de las leyes que conducirán a la nación , basándose en la realidad de los
espacios geográficos, “¿No dice el Espíritu de las Leyes que éstas deben ser
propias para el pueblo que se hacen?, ¿qué es una gran casualidad que las de
una nación puedan convenir a otra?, ¿qué las leyes deben ser relativas a lo
físico del país, al clima, a la calidad del terreno, a su situación, a su
extensión, al género de vida de los pueblos; referirse al grado de libertad que
la Constitución puede sufrir, a la religión de los habitantes, a sus
inclinaciones, a sus riquezas, a su número, a su comercio, a sus costumbres, a
sus modales?. ¡He aquí el Código que debíamos consultar, y no el de Washington!”.
No sólo
sienta las bases de la igualdad social,
de las leyes que debe regir la República y el buen gobierno; a su vez se
adelanta a plantear una nueva visión pluripolar y multicéntrica, donde la educación juega un
papel fundamental… “Renovemos en el mundo la idea de un pueblo que no se
contenta con ser libre y fuerte, sino que quiere ser virtuoso (…) la educación
popular debe ser el cuidado primogénito del amor paternal del Congreso. Moral y
luces son los polos de una República, moral y luces son nuestras primeras
necesidades”.
Este hombre adelantado a su tiempo, no sólo establece
las bases de los conceptos de una democracia perfecta, con principios de
igualdad y equidad social, signo que insta a los Legisladores a suministrar las
bases de lo que sería una nueva Constitución que guiaría los designios de los
Colombianos, en la búsqueda de un
gobierno popular, “Dignaos conceder a
Venezuela un gobierno eminentemente popular, eminentemente justo, eminentemente
moral, que encadene la opresión, la anarquía y la culpa. Un gobierno que haga
reinar la inocencia, la humanidad y la paz. Un gobierno que haga triunfar, bajo
el imperio de leyes inexorables, la igualdad y la libertad”.
Las palabras contenidas en el
Documento de Angostura, siguen más vigentes que nunca en la actualidad
Latinoamericana con los grandes principios de unión, libertad de los pueblos,
igualdad y equidad social, en contra de las pretensiones colonialistas de las
diferentes épocas contemporáneas.
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